sábado, 24 de noviembre de 2007

Te llevaré hasta el extremo

Nada de lo malo importó, ni la baja temperatura, ni el tráfico, ni las constantes paradas del metro, ni el semi-lleno del Foro Sol a las 9:00pm, ni la tardanza de cuarenta minutos del grupo, nada importó para que más de 55 mil almas nos reuniéramos en el Foro Sol para presenciar el regreso de Soda Stereo al DF.

Desde que comenzó a oscurecer el Foro Sol comenzó a ser llenado por gente que en su mayoría parecía ser adulto contemporáneo, es decir, entre 25 y 35 años, sólo había uno que otro chavo menor a la vista. Pero lo importante aquí no era cuestión de edades, lo importante era unirnos para presenciar este regreso, ya fuera para ver una vez más a Soda encima de un escenario (en el caso de los adultos contemporáneos) o para verlos por primera vez (en el caso de los más chavos). A las nueve en punto aún lucía a medio llenar el Foro Sol pero ya todos sabíamos que todas y cada una de las butacas serían ocupadas y en la cancha no iba a caber ni un alfiler. En el transcurso de los cuarenta minutos en los que el grupo salía y el Foro Sol era llenado se podía respirar la emoción de los asistentes, las ansias de los fans por que esto empezara y quizá hasta los lagrimales de muchas asistentes se preparaban para derramar muchas lágrimas.

A las 9:40 en punto se apagaron las luces y enseguida se dejó escuchar el clásico ¡uhhhhhhhh! Las manos comenzaban a sudar y la rockola mental de cada uno de nosotros repasaba rápidamente las letras de las canciones para no desentonar al momento de cantar. Antes de que saliera el grupo se dejó escuchar la grabación de Algún Día de Soda Stereo. Al terminar, la guitarra en Si inundó el Foro Sol y nuevamente se escuchó el ¡uhhhhhhhhhhh!, acompañado por aplausos y gritos desaforados. “Hola México lindo”, “Bienvenidos, empezó la función” fueron las primeras palabras de Cerati seguidas de más aplausos, más gritos y más ¡uhhhhhhhhh’s!, luego se dejaron escuchar los primeros golpes a la batería de Charly y las primeras notas en el bajo de Zeta para que Cerati completara el acto con: ¡Uno!, ¡dos!, ¡tres!, ¡cuatro!, y el riff de Juegos de seducción. Ya era un hecho, Soda Stereo estaba nuevamente en el Distrito Federal.

Al terminar Juegos de seducción Cerati volvió a saludar con un “hola chilangos” para de inmediato tocar Tele-Ka. Las luces, el escenario, la gente, el grupo, todo parecía ser perfecto y ya se podían ver algunas mujeres que lloraban y cantaban al mismo tiempo. Siguieron Imágenes retro, Texturas y Hombre al agua, canción en la que las luces y las imágenes de las pantallas parecían ser perfectas para la canción. Cuando terminó Hombre al agua y antes de que empezara La ciudad de la furia se comenzó a escuchar en algunos sectores del Foro Sol ¡oe oe oe oe Soda Soda!, la gente estaba totalmente entregada al grupo y los gritos se hicieron más fuertes al escuchar los primeros acordes de La ciudad de la furia, el segundo gran éxito de la noche.

Cerati volvió a hablar con el público y se lamentó de no poder subir a cada uno de los asistentes al escenario y después preguntó si no les molestaba que hicieran un pic nic, frase para dar paso a la canción del mismo nombre. Zoom dio inicio cuando terminó Pic nic en el 4B. Después siguió Cuando pase el temblor, canción en la que Cerati pidió apoyo para Tabasco. Después siguió Final caja negra y Trátame suavemente, canción en que las protagonistas fueron las luces de los celulares que iluminaron el Foro Sol.

Sobre el escenario se podía apreciar a tres músicos maduros que hacían pensar que nunca se habían separado. El que más sobresalía era Cerati con una fluidez en su hermosa guitarra azul que era digna de admiración. Mientras tanto sobre el escenario se dejó escuchar Signos, Sobredosis de TV, Danza rota y dos canciones que desataron gritos y suspiros respectivamente, Persiana americana y Fue.

Después de Fue comenzó la etapa más rockera de todo el concierto, solos de guitarra bien ejecutados, bajeo preciso de Zeta y el clásico modo de tocar la batería de Charly estaban a todo lo que daban. En remolinos, Primavera cero, No existes, Sueles dejarme solo y en el Séptimo día fueron las protagonistas de esta etapa. A las 11:30 de la noche muchos estaban nerviosos pues aún no escuchaban De música ligera, Canción animal, Ella usó mi cabeza como un revolver y tan sólo faltaba media hora para que el metro cerrara, entonces sonaron los acordes de Un millón de años luz e inmediatamente la guitarra en Si volvió a inundar el Foro Sol, pero en esta ocasión se trataba de De música ligera, canción que desató la locura total, gritos, saltos, lágrimas y abrazos entre los cuates. Al terminar, Zeta, Cerati y Charly hicieron su primera salida en falso, ocasión que los más desesperados aprovecharon para correr a alcanzar el metro.

Pasaron cinco minutos en los que se escucharon ¡oe oe oe oe Soda Soda!, ¡Soda!, ¡Soda!, ¡Soda!, ¡Soda!, y el cántico europeo infaltable: ¡Culeeeeeros!, ¡Culeeeeeros!, aunque este último fue el que menos se escuchó pues Disco eterno comenzaba a sonar en el escenario acompañado de una gran actitud de Cerati al echarse un solo de guitarra en donde ésta terminó en el suelo después de haber chocado con un ampli. Después siguió Cae el sol, Prófugos y Zona de promesas. Al terminar Zona de promesas Zeta, Cerati y Charly hicieron su segunda salida en falso.

En esta ocasión tan sólo se tardaron dos o tres minutos en salir, y enseguida comenzó a sonar Nada personal y al terminar Cerati dijo: “Ahora debemos tomarnos algo para recobrar la energía” y Te hacen falta vitaminas sonó sobre el escenario del Foro Sol. Cuando Te hacen falta vitaminas terminó Charly se paró de su asiento en la batería y se fue a abrazar con Cerati y Zeta, ahora sí el concierto ya había terminado. El público aplaudió mientras los tres músicos posaban para la foto abrazados. Después, se separaron y se fueron, la primera fecha del regreso de Soda Stereo al DF había terminado.
 

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